Carolina Actis, exalumna de la Universidad Católica de Santa Fe, es miembro de Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales y docente en ISPI 4031 “F.Fco. de Paula Castañeda”.
La docente trabajó, a pedido de la Pastoral Social santafesina y por selección propia, sobre cuatro mujeres que no han tenido demasiada visibilidad: la hija de Juan de Garay, Jerónima de Contreras; la Virreina Rafaela de Vera Mujica y López; la pintora Sor Josefa Menéndez y la arqueóloga Amelia Larguía.
“Desde los años 60 y 70, ha habido una serie de acercamientos sobre el rol de las mujeres en la historia de la humanidad. Se ha empezado a valorar el protagonismo histórico de algunas de ellas, y también, los grupos de mujeres que han enfrentado luchas colectivas, por ejemplo, las mujeres afrodescendientes, quienes tienen una lucha muy importante”, destaca.
Mujeres en la Iglesia
Cuando se describe la historia, una cosa es el real suceso histórico, y otra muy distinta, la escritura del mismo. “Hay un cierto delay entre la hechura y la escritura de la historia. En la revisión y reescritura de la misma, se sugiere a los historiadores chequear las fuentes, es decir, poner atención también a las mujeres que no han tenido una participación en la vida pública, a sus huellas y rastros. De las mujeres de la elite podemos encontrar algo de información, pero como dice el Papa Francisco, hay que escuchar también a la mujer de la casa de al lado, la del vecino, la mujer cotidiana.”
Con una mirada posconciliar, implica “volver a pensarnos, pensar en las mujeres que han acompañado a los santos sacerdotes en los barrios, cómo ellas sostuvieron muchas funciones en la vida comunitaria. Pensar en las catequistas, las sacristanas, las secretarias, la señora que va a rezar el rosario, la que cocina en los retiros, las mujeres de los diáconos permanentes. Hay que pensar en la fuerza de lo colectivo, recordando que hombres y mujeres son protagonistas de la historia, que los logros son y serán colectivos.”