El Papa Francisco inaugura el Año de la Oración: “Señor, enséñanos a orar”

En preparación del Jubileo de 2025, las Diócesis del mundo están invitadas por el Papa Francisco a reflexionar sobre la centralidad de la oración en la vida personal y comunitaria. 

Tras el año dedicado a la reflexión sobre los documentos y al estudio de los frutos del Concilio Vaticano II, el 2024 será el Año de la Oración.  

El Santo Padre ha anunciado su inicio el domingo 21 de enero de 2024, con ocasión del V Domingo de la Palabra de Dios. Ya en 2022, el Papa había escrito: «Me alegra pensar que el año 2024 pueda dedicarse a una gran “sinfonía” de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo».  

“La oración es el respiro de la fe, es su expresión más propia. Como un grito silencioso que sale del corazón de quien cree y se confía en Dios. Con el Jubileo a la puerta, estamos invitados a hacernos más humildes y a dejar espacio a la oración que surge del Espíritu Santo”, afirma. 

Para vivir el “tiempo de gracia” hasta la apertura de la Puerta Santa, el Pontífice en el Ángelus pide a los fieles “intensificar” la oración. Inicia así este año especial en el que todas las diócesis están invitadas a proponer peregrinaciones, itinerarios o momentos de oración individual o comunitaria con los obispos y los fieles.  

Descripción de los elementos del logo y lema del Año de la Oración.

Intenciones de Oración para el año 

El Papa Francisco confía cada mes a su Red Mundial de Oración, intenciones de oración que expresan sus grandes preocupaciones por la humanidad y por la misión de la Iglesia. Su intención de oración mensual es una convocatoria mundial para transformar nuestra plegaria en «gestos concretos», es una brújula para una misión de compasión por el mundo. Estas intenciones de oración son fruto de un largo proceso de discernimiento en la Iglesia, en diversos países del mundo, y con propuestas provenientes de varios dicasterios, congregaciones y servicios de la Santa Sede. Ver el documento completo AQUÍ .

Enero: por el don de la diversidad en la Iglesia

Febrero: por los enfermos terminales

Marzo: por los nuevos mártires, testigos de Cristo

Abril: por el papel de las mujeres

Mayo: por la formación de religiosas, religiosos y seminaristas

Junio: por los que huyen de su país

Julio: por el cuidado pastoral de los enfermos

Agosto: por los líderes políticos

Septiembre: por el clamor de la tierra

Octubre: por una misión compartida

Noviembre: por los que han perdido un hijo

Diciembre: por los peregrinos de la esperanza



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