Cada 15 de septiembre se celebra a nivel mundial el Día del Gerontólogo, con el propósito de resaltar esta labor de servicio social que tiene como propósito prolongar la vida y mejorar la calidad de la misma.
A pesar del fenómeno del envejecimiento sociodemográfico, al cual asistimos en todo el planeta, esta ciencia es poco conocida. La Gerontología, que estudia los diversos aspectos de la vejez y el envejecimiento de una población, surge de la necesidad de comprender la complejidad y la multidimensionalidad de las alteraciones considerables en el estado de salud, en los niveles de dependencia, en la autonomía y en la participación social entre los adultos de mayor edad.
El Dr. Hugo Valderrama, director de la Licenciatura en Gerontología (CCC), comparte que “en los últimos tiempos, la especialidad ha pegado un gran salto en el interés por parte de los profesionales, pero aún hace falta capacitar y formar. Todos vamos a llegar a ser ancianos, no hay que tenerle fobia a la vejez. Ésta es una posibilidad de disfrute y recolección de lo que uno ha sembrado, de su cosecha.”
El estudio de la tercera y cuarta edad funciona como pieza fundamental en la comprensión de la heterogeneidad de las personas mayores, contribuyendo a la definición de políticas y programas que garanticen oportunidades de salud, participación y seguridad de las personas a medida que envejecen.
A partir del presupuesto de que cada persona envejece en un proceso vital, único e individual, bajo múltiples factores biológicos, psicológicos, sociales y ambientales, el profesional especializado es capaz de contribuir a la mejora de la calidad de vida y la promoción del bienestar a medida que se envejece, por medio de intervenciones, programas y proyectos en varios contextos, tales como organizaciones sociales o privadas, administraciones locales y servicios públicos de la seguridad social; estructuras de salud en el ámbito de programas de prevención, de educación para la salud y de prestación de cuidados primarios; unidades de cuidados continuados integrados, paliativos y hospitalarios.
“Se necesita gente capacitada. La carrera que se ofrece desde la UCSF es muy completa y fácil de llevar a cabo, en especial porque es totalmente virtual. Es una carrera entretenida y con amplitud de posibilidades, permite ser docente, dirigir y coordinar establecimientos geriátricos, ingresar a instituciones prestadoras de salud en todas las obras sociales, entre más opciones”, comparte.
Cómo prepararse mejor para la vejez
Según el Dr. Valderrama, “hay puntos clave para aumentar la longevidad: una alimentación de tipo mediterránea, con disminución de carnes rojas, más pescado y aceite de oliva, evitando azúcares; realizar actividad física con adaptaciones según las propias patologías, para aumentar la funcionalidad cotidiana; prepararse mentalmente mediante lecturas actuales, juegos de palabras e intercambio de ideas en grupo; y consecuentemente, evitar la soledad no deseada, aquella que sufren muchos ancianos. El ser humano necesita interactuar. La persona que se aísla, que deja de participar y de conectarse con el mundo tiene mal pronóstico.”
El mundo tiende a mirar cada vez más al servicio a los adultos mayores desde una visión holística y multidimensional, comprendiendo que existen necesidades, gustos e intereses que son potenciadores del crecimiento y desarrollo personal. Hablar de vejez implica comprender la angustia y la nostalgia como emociones transversales a la historia vivida.
Potenciar el conocimiento de la disciplina, acercarla a un número cada vez mayor de profesionales, o divulgar directrices y conceptos del envejecimiento suponen tareas urgentes y necesarias. Los gerontólogos ya han asumido este desafío: pero es necesario que todos lo hagamos para que envejecer con dignidad, de una manera activa y saludable se convierta en una realidad para todos.