Dieron su fruto los esfuerzos por hacer llegar los contenidos a esta población. Las capacitaciones fueron coordinados desde el área de Compromiso Social de la Universidad Católica de Santa Fe.
Fruto de un trabajo interinstitucional con el Servicio Penitenciario Provincial y la Pastoral Carcelaria de la Arquidiócesis, y en el marco del Programa Santa Fe Capacita del Ministerio de Trabajo, surgió la posibilidad de brindar capacitaciones en las cárceles de Las Flores y Coronda.
La responsable de Compromiso Social de la Universidad Católica de Santa Fe, TS Carina Giles, explicó que “como universidad no estamos ajenos a lo que sucede en la sociedad, y a través de las diferentes iniciativas buscamos responder a los problemas sociales que afectan a la comunidad. Desde nuestro lugar podemos hacer mucho por las personas privadas de libertad; brindarles oportunidades, motivación, herramientas para insertarse laboralmente al salir. Podemos ser esa mano que ayude a levantarse y dar esperanza”.
En esa línea, el “Curso Básico de Periodismo y Comunicación”, a cargo del Mg. Lic. Danilo Mettini, de la Facultad de Filosofía y Humanidades se dictó en ambas unidades penitenciarias gracias a su modalidad virtual. Por su parte, el taller sobre “Reparaciones y terminaciones de albañilería”, a cargo de la Arq. Matilde Martínez, de la Facultad de Arquitectura y Diseño se desarrolló “in situ” en pabellones de Las Flores.
El Pbro. Bernardo Blanchoud, delegado Episcopal para la Pastoral Carcelaria, afirmó convencido que “una herramienta esencial para la evangelización del mundo carcelario es la formación para el trabajo, que permitirá a la persona privada de libertad poder reintegrarse a la sociedad como un miembro activo de la misma”.
A su vez, la directora de la Unidad Penitenciaria nº2 de Las Flores, Alcaide Mayor Natalia Castillo, declaró que “la experiencia fue muy enriquecedora para los internos, constatamos el compromiso y las ganas de superarse que pusieron ante esta nueva propuesta por parte de la UCSF”. Y añadió:
“Desde la institución a mi cargo agradecemos la propuesta y esperamos seguir contando con diversos cursos y talleres para lograr la reinserción social de los detenidos, dándoles herramientas necesarias para su capacitación que faciliten su posterior inclusión al medio libre”.
Llevar la Universidad al penal
Para los docentes a cargo de ambos talleres, fue una oportunidad de aprendizaje: “Nos ha permitido empezar a compartir espacios desconocidos de nuestra ciudad, alejados del ámbito universitario y donde fuimos muy bien recibidos, con muchas expectativas. Ha sido una prueba de cómo compartir conocimientos del oficio de albañilería, tenemos mucho para mejorar en esto y un largo camino para recorrer”, compartió la Arq. Matilde Martínez.
Para Mettini, dictar el curso fue una nueva experiencia en su trayectoria docente: “Saber que se está colaborando con la reinserción a la sociedad de personas privadas de su libertad implica no solamente un gran desafío, sino, además, una enorme responsabilidad, desde el diseño mismo del plan y la selección de los contenidos, teniendo en cuenta que el periodismo implica trabajar con insumos que pueden ser sensibles para los estudiantes”.
Los esfuerzos por hacer llegar los contenidos a esta población reclusa tuvieron su fruto. Durante el cursado “los encuentros fueron emocionantes, porque los internos manifestaban un gran entusiasmo, iniciativa y alegría de ser parte de una universidad, aunque fuera por unos meses. Ese es el sueño de muchos de ellos: ¡poder estudiar!”, confesaba Jimena García Calvo, la Terapista Ocupacional que acompañó el desarrollo del curso de periodismo dentro del penal.
Al llegar el día de la entrega de certificados, los internos “estaban muy conmovidos, la mayoría habló y dijeron unas palabras, infinitamente agradecidos con la universidad. Sinceramente, fue una experiencia grandiosa”, manifestó Calvo. Muchos de ellos dejaron por escrito sus impresiones y sus deseos de continuar por este camino: “Estamos muy conformes del curso de capacitación, solicitamos que tengan a bien que podamos el año entrante tener la posibilidad de continuar con la capacitación que nos da la Universidad Católica (…) que en nuestro egreso y en forma individual nos va a ser de mucha utilidad para nuestra reinserción social”.
Otros escribieron: “Nos sirvió para poder aprender un oficio que nos dará una oportunidad laboral al salir, después de pagar nuestra deuda a la sociedad. Quedamos a disposición para realizar un nuevo curso cuando se dé la oportunidad”. Y desde otro pabellón manifestaron también:
“Agradecemos esta experiencia y estamos interesados en poder seguir estudiando. Necesitamos que se nos puedan abrir nuevas oportunidades para nuestro desarrollo en contexto de encierro, queremos su apoyo y estamos dispuestos a participar de cualquier actividad recreativa que se nos otorgue…”.
Puertas adentro
Los agentes penitenciarios y profesionales que trabajan día a día entre las paredes del penal, viven junto a los internos, conocen sus dificultades, sus realidades y participan también de sus sueños de progreso.
En este sentido, Pablo Pérez es agente y también cursa el primer año de Ciencias de la Comunicación en la UCSF. Trabaja desde marzo del 2020 en el penal de Las Flores, y expresó con gran emoción: “Ser parte de esto fue increíble, porque se están utilizando los medios de comunicación, la tecnología y la educación con fines sociales para personas en contexto de encierro. Lo que más valoro de la experiencia es que desde la Pastoral Carcelaria y la UCSF se pudo materializar con el Servicio Penitenciario uno de los objetivos primordiales por lo que se trabaja todos los días: dar herramientas para fortalecer la inclusión laboral de los internos”.
El Alcaide Mayor Guillermo Chávez está a cargo de todas las actividades culturales dentro de Las Flores, y expresó convencido:
“La educación es una de las mejores cosas que pueden llegar a recibir los internos, no hay otra forma de que salgan del ámbito en el que están metidos. Ojalá se puedan seguir dando más cursos, lo que falta es espacio físico, pero si se pudieran hacer otros cursos virtuales dentro de los pabellones, estás llevando un recurso bárbaro para capacitarse, para dejar todo atrás, todo lo que han sufrido. Todo lo que sea capacitación los va a salvar”.
“En este camino se necesita de personas que generen propuestas concretas que contagien optimismo y alegría. Estoy agradecida por esta oportunidad, por esta gran puerta que construimos desde la institución con la Universidad Católica de Santa Fe”, concluyó Jimena Calvo.
Fuente: El Litoral