Recientemente el agravamiento de la situación sanitaria nos obligó a restringir la circulación y contribuir a la baja de la curva de contagios. Por ello, han vuelto a ser suspendidas la totalidad de las clases presenciales en la Universidad.
El haber transcurrido el año 2020 bajo formas de trabajo, comunicación y enseñanza con mediaciones de tecnología como únicos modos posibles, nos permitió aprender nuevos saberes y desarrollar un cúmulo de experiencias. Saberes y experiencias que al iniciar este segundo año de pandemia nos ayudaron a resignificar los encuentros físicos al momento de recuperar la presencialidad en nuestras aulas.
Fundados en la idea de que un proceso educativo es ante todo la consecuencia de un vínculo entre personas humanas, confiamos en que somos capaces de sostener ese vínculo aún mediados por la virtualidad.
Redoblamos el esfuerzo para desarrollar creativa y solidariamente puentes y herramientas que nos permitan justificar todo esfuerzo educativo. Porque un país se pone de pie con educación, y como de esta pandemia -como de cualquier crisis- nadie se salva solo, decía hace más de un año el Papa Francisco; de esta segunda ola, no nos salvaremos cortando vínculos pedagógicos.
La Universidad Católica de Santa Fe renueva su compromiso con la comunidad sosteniendo, durante el tiempo que haga falta, su misión educativa a través del campus virtual, de nuestras redes de comunicación y todos aquellos recursos didácticos o tecnológicos que nos ayuden a desarrollar nuestro modelo educativo humanista en la virtualidad. Confiados en que cuando recuperemos el encuentro físico logrará ser aún más completo.
Nos cuidamos, nos acompañamos, nos ayudamos a crecer, educándonos, siendo comunidad educativa. Seguimos unidos.
Somos Comunidad, somos UCSF.