Pocos son los pensadores que han intentado indagar con rigor incondicionado toda la inteligibilidad de lo real; uno de ellos, sin duda ha sido Platón de Atenas. No es ocioso volver al creador de la dialéctica como método para ver a la luz de la inteligencia, el significado que ella puede brindar. Por ello, el escrito de quien ha recorrido una y otra vez con sentido crítico la magna obra de Platón, indagando en este caso sobre lo bello, como lo presenta el autor de este libro, resulta de incuestionable importancia, interés y actualidad. Como preludio de una sinfonía esta obra comienza por un interrogante que Platón por boca de Sócrates le dirige a Hipias, el interlocutor de uno de los diálogos que lleva su nombre: ¿Cómo te las arreglas para saber lo que es bello y lo que es feo? Es una pregunta que todos nos la podemos hacer y percibiremos por una parte que su respuesta no es simple y por otra, que refiere a un atributo que se vincula con toda la realidad. Llegar a vislumbrar dónde anida este enigmático atributo universal, a riesgo de ser considerado abstracto o inútil, es un desafío mayor. ¿Qué es la belleza? ¿Ella existe? ¿Cuál es su naturaleza? ¿La respuesta resultará del orden ontológico, fenomenológico, sensible, lógico o psicológico? Esta obra traza con rasgos precisos, líneas de entendimiento que algunas llegan hasta resultar sorprendentes. y posibilitan abrir una renovada interpretación de la belleza. El planteo da para pensar, porque tiene implicancias que se derivan en la política, la educación, la psicología y el arte en general. Muchas de sus afirmaciones tienen tanta vigencia para aquella época como para la nuestra. La lectura de este libro también puede ser altamente provechosa para quienes dedican sus estudios a la arquitectura, la ingeniería y el diseño, en donde se repite insistentemente el primer interrogante: ¿porqué algo es agradable?