
Oceánica. Poemas aparecidos reúne una serie de textos escritos, olvidados, releídos y reescritos a lo largo de muchos años. Como práctica irregular pero poderosa, como forma lateral a mi trabajo académico y de ensayista, esa tarea ha sido -sin embargo- tan ocasional como persistente. De allí la categoría de aparición: como voz que sale y no encuentra cauce en otro género; como voz que “pide” la forma poética, aun la informe, la libre; como voz no atada a rima ni a estructura alguna pero que en simultáneo busca instintivamente la síntesis, la figura, la cadencia y la imagen.
Oceánica está construida en base al impacto de las experiencias en los sentidos y en el ánimo: en sus páginas se suceden alusiones diversas a la vida, los hijos, el tiempo, las relaciones y la reflexión al interior del propio oficio de escribir. Estas experiencias constituyen el ámbito elemental de una persona que, como en mi caso y en el de tantos, es “tocada” por lo sensible (diría Whitman) y halla como única posible respuesta la palabra. Los versos de este libro pueden pensarse, creo, como una catarsis hospitalaria: suerte de continuación del carácter de un autor que “invita” a su lector a compartir un pan, un descubrimiento, una felicidad, una sorpresa. Algo que rompe la anomia diaria y que, por ello, permite que ver las cosas con nuevos ojos, en compañía, en un estado de expectación y de imaginación. Un hálito de belleza que aparece cada tanto y que pasa, pero cuyo sentido profundo es ser compartido, al menos por un instante, con otros.
EGC