La Armada de Ucrania acusó a buques guardacostas de Rusia por atacar y apresar ilegítimamente tres de sus embarcaciones mientras se dirigían hacia el Estrecho de Kerch, que separa el Mar de Azov y el Mar Negro. La zona de conflicto bordea la península de Crimea, anexada por Rusia en el año 2014.
El ataque ocurrió luego de que Rusia acusara a la flotilla ucraniana por violar sus aguas territoriales.
Por su parte Kiev alega que los mismos se encontraban en aguas neutrales al momento de ser apresados. Según la Armada ucraniana, el incidente militar ocurrió en el marco de acciones abiertamente agresivas contra navíos ucranianos para impedirles acceder al mar de Azov. El presidente, Petró Poroshenko, pidió a la comunidad internacional que condene las “agresiones rusas” asegurando que se elevarán las denuncias a Naciones Unidas.
Mientras tanto, Moscú acusó a Ucrania de intentar provocar “una situación de conflicto en la región”. El presidente ruso, Vladimir Putin, defendió la actuación de los guardacostas fundamentando que cumplieron con su deber de resguardar las aguas fronterizas.
