El Papa Francisco murió en paz, acompañado por su enfermero. “Gracias por todo”, fueron sus últimas palabras, según relató el Pbro. Carlos Scatizza, coordinador de la Pastoral UCSF.
El fallecimiento del Santo Padre se produjo en la residencia Santa Marta, en el corazón del Vaticano, en un ambiente de recogimiento y asistencia médica permanente. Según explicó el Pbro. Scatizza, “el Papa ya no participó de la misa de Pascua porque estaba muy débil. Sabíamos que estaba delicado, y esa fue la señal más fuerte de que el final estaba cerca. Pidió que no lo dejaran solo” y permaneció acompañado por el enfermero que lo asistió durante los últimos años. “Lo más impactante fue que sus últimas palabras fueron de gratitud. No hubo discursos ni proclamas: simplemente un gracias por todo”, expresó.
Desde el Vaticano se informó que el deceso fue sereno, sin sufrimiento prolongado. La noticia conmovió a fieles de todo el mundo, que se congregaron espontáneamente en la Plaza San Pedro para orar por su alma.
El cuerpo de Jorge Mario Bergoglio será velado en la basílica de San Pedro, con una ceremonia sobria, en sintonía con su estilo de vida austero. Mientras la Iglesia entra en sede vacante, el testimonio de Francisco permanece presente: el Papa que eligió vivir con sencillez, que impulsó una Iglesia cercana a los más necesitados, y que partió con un mensaje profundo y silencioso de gratitud.