El informe semanal elaborado por la UCSF, la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de Producción de la Provincia muestra que los cultivos reaccionaron rápidamente a las lluvias de la segunda quincena de enero.
Aunque el panorama sigue siendo complejo por las sequías previas, la llegada de las lluvias al campo empieza a mostrar signos de recuperación en algunas producciones.
“Al concretarse los pronósticos por segunda semana consecutiva, las precipitaciones estimularon al sector productivo, que prosiguió con el movimiento de equipos o sembradoras, por lo que el proceso de siembra, en particular soja tardía y maíz tardío, continuó incorporando superficie”, señaló el reporte.
En la última semana hubo lluvias que oscilaron desde mínimos de 15 a 18 milímetros y máximos entre 35 a 65 milímetros.
“El impacto sufrido en la mayoría de los cultivares desde el inicio de sus ciclos por falta de lluvias, déficit hídrico, heladas y la amplitud térmica con elevados registros diarios fue múltiple y dejó secuelas irreversibles en los distintos sectores agrícolas”, precisa el estudio.
MAÍZ Y SOJA
El informe menciona además que una “importante cantidad de hectáreas de maíz tardío, al igual que la soja tardía, que esta semana alcanzó el 91% de la superficie estimada, lo que representa unas 527.800 hectáreas”.
La mirada cambia al hablar del maíz temprano. Allí el impacto de la seca fue implacable. “Tras una difícil campaña, está culminando su ciclo como reserva como picado o embolsado, enrollado en plantas o como silo, y también como pastoreo directo”, indicaron.
Además, el informe indica que las precipitaciones ocurridas en las últimas semanas llegaron tarde para revertir el daño ocasionado por las adversas condiciones climáticas acaecidas durante todo su ciclo.
GIRASOL
En cuanto a los cultivos en etapa de recolección, el girasol avanzó esta semana al 97% del área sembrada en la zona norte, al 45% en la zona central y al 10% en la sur.
No se registraron variaciones de importancia en los rendimientos promedio, que continuaron siendo irregulares y bajos, con valores de entre 4 y 8 quintales por hectárea como mínimos y de entre 18 y 20 quintales como máximos.
ALGODÓN
Las adversas características climáticas también afectaron a los algodonales, provocaron un retroceso en el crecimiento de las plantas, en su desarrollo y un marcado retraso en las etapas fenológicas. También se detectó la presencia de trips, que complicó más aún el panorama.
Se realizaron varias aplicaciones que incrementaron los costos, lo mismo sucedió con el control de las malezas, las que avanzaron ante la falta de aplicaciones oportunas.
Ver informe completo aquí.
Se agradece a todos los Ingenieros Agrónomos y técnicos de las cooperativas, asesores privados y productores, ubicados en los distintos departamentos del área de estudio, centro-norte de la Provincia de Santa Fe.
Fuente: Infocampo, Reconquista Hoy