Se celebran 105 años de la primera transmisión de radio en Argentina. De la azotea del Coliseo a las plataformas digitales, la radio está viva y sigue enamorando audiencias.
Cada 27 de agosto se conmemora en Argentina el Día de la Radiodifusión. Este mismo día, pero de 1920, Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica realizaron la primera trasmisión de radio en el país. Con un pequeño micrófono, un transmisor de escasa potencia y las antenas en los techos del teatro Coliseo de la ciudad de Buenos Aires, los “locos de la azotea” lograron su objetivo: difundir la obra “Parsifal”, de Richard Wagner.
En ocasión de esta fecha tan especial, docentes de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Católica de Santa Fe, comparten sus pareceres y reflexiones sobre el poder que sigue teniendo la radio y cómo los estudiantes incrementan su interés por ella gracias a las experiencias que van adquiriendo durante el cursado.
Un medio vivo
La a veces anunciada “muerte de la radio” parece estar lejos de llegar, incluso se puede hablar de su indiscutible vigencia y de su posición como medio de comunicación preferido entre varias audiencias. Con respecto a este punto, el docente y licenciado Santiago Passeggi hace referencia al apagón masivo ocurrido en España en abril de este año: “Por unas cuantas horas se apagaron todos los dispositivos digitales que nos mantienen conectados al mundo, se ‘murieron’ todos los sistemas y redes de comunicación, colapsaron todos los canales y medios técnicos dependientes de la red eléctrica y las estructuras que los sostienen”.
“En ese contexto de caos e incertidumbre, prevaleció la radio. Una vez más, el medio más simple, el de menos complejidad, el de lenguaje más llano y directo, el más cercano y que más acerca a los oyentes, fue el que sostuvo las redes sociales más básicas y elementales: ¿qué sucede? ¿cómo puedo volver a mi casa? ¿cómo están mis seres queridos? ¿cuánto tiempo llevará solucionar esta situación? ¿qué debería saber para moverme en una ciudad ‘apagada’?
La radio volvió a construir puentes imaginarios, los oyentes la ubicaron en el centro de la escena social. Su simpleza y su proximidad, que en este caso sostuvo muy artesanalmente la cohesión y paz social, es en definitiva lo que explica su vigencia en estos 105 años. Y eso es independiente de todo los recursos y dispositivos que se incorporaron, que responden más a nuevos consumos mediáticos, que a su esencia, su naturaleza y sus características únicas”, cuenta y reflexiona.
Por su parte, Ileana Hostchewer, docente, licenciada en Comunicación y locutora, menciona los nuevos fenómenos, como lo son los podcast y canales de streaming: “La gente más joven se adapta a estos formatos, están muy copados con esta incursión de la imagen en la radio. Nosotros recordamos la radio como la magia de ese instante que conecta voces y cuenta historias y narra noticias sin la imagen, pero ahora estamos todos más familiarizados con esta dupla que se ha formado entre la radio y la imagen”.
“El streaming permite a los más jóvenes sumarse a una propuesta de comunicación sonora que les da, quizá, más cercanía, ya sea por su forma de ser más descontracturada o bien por no tener que respetar los tiempos que muchas veces la radio, por distintas cuestiones, sí debe respetar”, expresa.
La pasión también se aprende
“En general, quienes llegan a estudiar Ciencias de la Comunicación, traen consigo una ‘información genética’ relacionada con algún consumo radiofónico o sonoro, propio o de alguna persona cercana o del entorno familiar, o alguna evocación emotiva. Un abuelo, los padres, un tío, un lugar, una vivencia, un momento de la vida en que la radio estuvo o está presente”, afirma Passeggi.
Hostchewer también habla de la familia como nexo entre la radio y los más jóvenes: “No todos los chicos escuchan radio, así que cuando empezamos el año de cursado indagamos en ella. La FM quizá es más accesible para ellos, pero desconocen la AM o la recuerdan por una abuela o por el padre”. Además, los alumnos también comienzan de a poco a familiarizarse con los comunicadores locales.
“Es increíble cómo a media que van transcurriendo los meses, visitamos las radios y conocen el trabajo de los conductores, productores, locutores, boletineros y demás, se van entusiasmando con esta posibilidad, y ellos mismo piden ir a visitar más medios y seguir profundizando sobre la radio. Al finalizar el año, presentan un producto radiofónico y la verdad es que siempre nos sorprenden; se terminan enamorando de este formato que nos acompaña hace tantísimos años”, contó.
“Lejos de cualquier forma de nostalgia, nos enfocamos en reconocer esos ‘nuevos ropajes’ que adquiere el medio en esta época: el podcast, el streaming, las nuevas estructuras de narrativa sonora, las modalidades receptivas, etc.”, concluye, por su lado, Passeggi.
