Homenaje al Papa Francisco: un legado de paz, humildad y compromiso

En un emotivo acto celebrado en la Sala del Consejo Superior de la Universidad Nacional del Litoral, la Mesa del Diálogo Santafesino rindió homenaje al Papa Francisco, a dos meses de su fallecimiento. El encuentro estuvo marcado por momentos de reflexión, oración y música, en memoria del Sumo Pontífice y su profundo legado espiritual y social. 

El homenaje fue un reconocimiento a los valores que Francisco promovió incansablemente durante su pontificado: la misericordia, el diálogo interreligioso, la defensa de los pobres y migrantes, la preocupación por el medio ambiente y el llamado constante a la paz. 

A partir de las palabras de las autoridades de la Mesa del Diálogo, y de los referentes de los credos que la integran, se destacó especialmente su humildad, su vocación de servicio y su compromiso con la educación y el bien común.  

Uno de los momentos más significativos de la jornada fue la lectura de una carta que el propio Papa Francisco envió a la Mesa del Diálogo en ocasión del 20º aniversario de su creación. La lectura estuvo a cargo de Beatriz Ringa, secretaria de la Mesa, y emocionó profundamente a los presentes. 

Como símbolo de su cercanía con la ciudad de Santa Fe, se entregaron dos copias de la carta: una, destinada al Paseo del Papa Francisco, recibida por el vicerrector del Colegio Inmaculada, Fabián Gómez; y otra al intendente Juan Pablo Poletti, como legado para toda la comunidad santafesina. 

El momento de mayor emotividad llegó con la ofrenda de 12 rosas blancas, una por cada año del pontificado de Francisco. El acto concluyó con un cierre musical a cargo de Susana Caligaris, que aportó su nota personal de sensibilidad y recogimiento al homenaje.  

Diálogo interreligioso 

Siguiendo el ejemplo de diálogo interreligioso que Francisco inculcó, el Imán Marwan Gill (comunidad islámica), Horacio Roitman (DAIA), Walter Altare (pastores evangélicos) y Monseñor Matías Vecino (Iglesia Católica) brindaron una reflexión en representación de los credos que integran la Mesa del Diálogo. Cada uno, desde su fe, compartió cómo el legado del Papa Francisco los interpela y e inspira a construir puentes en lugar de muros. 

Marwan Gill inició su mensaje diciendo que, según el islam, “la mejor forma de honrar a una persona es manteniendo viva su memoria, regando, cuidando y preservando las semillas que sembró en sus obras iniciadas. Como musulmán, del legado del Papa Francisco me interpela especialmente en su compromiso con la paz y la santidad de la vida. Cada miércoles o domingo, especialmente en los últimos tres, él solía proclamar lo que se volvió un lema: ‘cada guerra es una derrota’.”
“Desgraciadamente, en un contexto donde muchos líderes se quedan con los brazos cruzados, él era la voz de todas esas personas que sufrían a las sombras de las guerras.”
“Saquemos las etiquetas que nos dividen por la religión, la etnia o la nacionalidad, porque hablamos de vidas humanas, y en cada guerra, el precio principal lo pagan los civiles inocentes.” 

Ya sea en Irán o en cualquier parte de la región, su mensaje resuena con fuerza. En palabras del Papa: ‘todos somos hermanos’. Hay que mantener ese legado, convertir esas palabras en acciones y buscar el diálogo con el otro para construir un mundo más humano y, sobre todo, más pacífico”. 

Horacio Roitman recordó que Francisco, a lo largo de su pontificado “ha hecho reiteradas declaraciones y oraciones que destacan su compromiso con el diálogo interreligioso, reiterando la importancia de la amistad y la fraternidad entre ambas comunidades”, y citó al Sumo Pontífice: “Los judíos son nuestros hermanos mayores” cristianos y judíos pertenecen a una sola familia, la familia de Dios”. También remarcó sus múltiples llamados a recordar el holocausto y a no olvidar las raíces del odio y la violencia que llevaron a esta tragedia. “Ha reconocido la contribución histórica y cultural de los judíos a la humanidad y fundamentalmente, ha multiplicado los espacios de diálogo interreligioso en la búsqueda de entendimiento entre los seres humanos”. 

A su turno, Walter Altare destacó: “Es la primera vez que los pastores evangélicos tenemos la oportunidad de compartir con un Papa con esa humildad y esa capacidad para que juntos podamos construir un mundo mejor”. Y resaltó la humildad de Francisco. “Su simpleza, que no es un mensaje menor o secundario. La sencillez puede definirse como llegar al corazón de los otros sin obstáculos. Porque si mi forma de hablar o de vestir, mi auto, mi casa, lo que sea, se vuelve un obstáculo para llegar a tu corazón, yo ya dejé de ser sencillo. Estamos en la vida para honrar a los demás, esa es la felicidad del corazón. Y es necesario que entendamos todos que la humildad, como proclamó Francisco en sus palabras y acciones, es lo que termina honrando a Dios. Su testimonio nos invita a vivir una fe encarnada, que no se queda en palabras, sino que se traduce en gestos concretos de amor, servicio y reconciliación”. 

Finalmente, monseñor Matías Vecino destacó cómo “los documentos y las encíclicas de Francisco sacudieron lo social. Siempre, detrás de todos esos documentos, está el increíble valor que Francisco le dio a la conciencia de la persona, al corazón y al valor de cada ser humano. Esa atención a cada uno era, en el fondo, una concreción de lo que él terminaba escribiendo. Él nos hace mirar el corazón y nos enseñó a no pelearnos por defender verdades, doctrinas o privilegios, sino que nos invitó a ir hacia los corazones, a hablarle a los corazones. Lo mejor que podemos hacer para homenajearlo es aprender de él, leerlo. Así como él fue a nosotros, nosotros ir a él y redescubrirlo desde su Magisterio. Francisco nos enseñó que la verdadera autoridad nace del servicio, y que la Iglesia debe ser cercana a los heridos del mundo”. 

Un antes y un después de Francisco 

El presidente Pro témpore de la Mesa del Diálogo y rector de la Universidad Católica de Santa Fe, Eugenio Martín De Palma resaltó que estos 12 años de Pontificado “marcaron un antes y un después por todo lo que significó para la Iglesia Católica y para el mundo”. Y agregó que Francisco fue un hombre que abrió la Iglesia a todos y que siempre bregó por la justicia y por la paz. 

En su discurso, recordó unas líneas que escribiera en ocasión del fallecimiento del Papa, en las que destaca a Bergoglio como “un hombre de oración, austero, disciplinado, con ‘olor’ a santidad, muy preocupado y ocupado por los más débiles, los pobres, los excluidos, cercano al pueblo de Dios; prudente, pero no se callaba frente a los poderosos de este mundo. Bergoglio despertaba la admiración de muchos porque era un distinto”. 

“Su lenguaje era propio y simple: a los sacerdotes les enseñaba la importancia de ser “pastores con olor a oveja”; a los jóvenes que “no balconeen la vida”; ante las dificultades, “el tiempo es superior al espacio”, etc.; cargado de firmes convicciones y compromiso social. Gran devoto de San José, aquel hombre que supo obrar “en un segundo plano”, para que creciera aún más la persona de Jesús”.  

Acompañamiento y salutaciones 

El acto congregó a autoridades locales y provinciales, representantes y miembros de todas las organizaciones e instituciones que conforman la Mesa del Diálogo Santafesino y público en general. 

Cabe destacar, la presencia del intendente de la ciudad de Santa Fe, Juan Pablo Poletti; la presidenta de la cámara de Diputados de Santa Fe, Clara García; la Defensora Provincial del Servicio Público Provincial de Defensa Penal, Estrella Moreno Robinson; la presidenta del Concejo Municipal, Adriana Molina; el secretario de Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe, Emilio Jatón; la concejal Violeta Quiróz, el rector de la Universidad Nacional del Litoral, Enrique Mammarella; el secretario Ejecutivo de la Mesa y Secretario de Relaciones Institucionales de la Universidad Nacional del Litoral, Javier Francisco Aga. 

Entre las salutaciones recibidas se destacan: la de la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, la vicegobernadora y presidente de la Cámara de Senadores de la Provincia de Santa Fe, Gisela Scaglia, el arzobispo emérito de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo; y el rector del Colegio Inmaculada, P. Emanuel Sicre SI. Todos celebraron la iniciativa y destacaron los valores de diálogo, fraternidad y dignidad humana que inculcó Francisco. 



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