A través del programa Acompañarte, la Universidad Católica de Santa Fe brinda a sus estudiantes un espacio de diálogo y ayuda en el ingreso al mundo universitario.
A partir de la decisión de ingresar en la universidad, muchos aspectos de la propia vida de los jóvenes comienzan a tomar otro cauce y otro valor. Se desencadenan una serie de transformaciones que reclaman un reajuste y, muchas veces, un cambio de actitud para poder hacerles frente. Surge así, “Acompañarte”, un programa del Área de Tutorías de la UCSF que brinda un espacio de orientación y ayuda a los estudiantes durante la vida universitaria.
“No deja de sorprendernos y de sensibilizarnos la situación de los estudiantes que están transitando los primeros años de las carreras, marcada por la carencia de herramientas básicas para manejarse en el nivel superior y con los ecos de la pandemia que aún se hacen oír a nivel de salud mental y de ‘baches’ en los aprendizajes”, expresa la psicopedagoga Adriana Autelli, como responsable del Área de Tutorías.
Un escenario como este podría resultar desalentador, pero Autelli señala que supone un incentivo para renovar el compromiso con la tarea, con los jóvenes, para que puedan estar mejor equipados en habilidades que les permitan aprender y desarrollarse, ver el futuro con esperanza y llegar a ser quienes desean ser.
“La nuestra es una tarea que se aborda en clave de encuentro, persona a persona, rescatando la singularidad de cada caso y las cuestiones que atraviesan a los grupos, a través de un vínculo de confianza con el consejero o equipo de consejeros”, remarcó.
Este apoyo también lo reciben a través de los llamados “Pares”, alumnos avanzados que puedan contar sus vivencias, que los motiven y que los ayuden a confirmar que a ser estudiante se aprende, pero exige esfuerzo y responsabilidad.
En palabras de uno de los docentes consejeros, Mg. Martín Aloatti, de la sede Santa Fe, estos espacios son ocasión de un crecimiento personal diario, ya que permiten un conocimiento más auténtico de los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje: “estoy convencido que, en la apertura al encuentro humano, con el otro, las dos personas que se encuentran cambian, se transforman”, aseguró.
A través de los “Docentes Consejeros”, por carrera, se busca brindar posibilidades de desarrollo personal a los alumnos, aplicables a la vida académica y también a otros ámbitos de la vida.
Aprender a ser universitario
En este nuevo contexto que van descubriendo los estudiantes, el acompañamiento desde la propia institución propicia e invita a madurar y favorecer ese cambio interno. Claro está que son procesos que llevan su tiempo, que con paciencia y esmero se van transitando, para que aquellos que se logren sean profundos y francos, para que perduren.
“Seguimos pensando en modos superadores de encontrarnos con los alumnos, escuchando sus necesidades y generando propuestas desde lo tradicional y desde lo innovador: rescatando lo bueno y provechoso de lo clásico, e incorporando nuevas tecnologías y entornos para favorecer la comunicación y el feedback”, señala Autelli.
El recorrido hecho desde el 2020 da cuenta de que las distintas propuestas del Área ayudan a muchos a “abrazar con renovadas fuerzas su proyecto personal de vida y de carrera, tomando consciencia de que cada decisión cuenta, que son tan libres como responsables de cada una de ellas, y que en ese camino no están solos, que estamos para acompañar, para escuchar y para guiar”, asegura la responsable.
La Arq. Emiliana Luna, docente consejera de la Facultad de Arquitectura en Posadas, destaca que en este tiempo “los aprendizajes son muchos y la experiencia positiva aún más. Por sobre todas las cosas creo que el cambio cualitativo para todos los estudiantes es saber que existe un grupo de profesionales a los que pueden acudir en caso de tener dudas, inquietudes o inseguridades”.
“Me siento un privilegiado”
Como parte del Área de Tutorías, se desarrolló durante el primer cuatrimestre un ciclo de Talleres Formativos para estudiantes enfocado en las técnicas de estudio. La propuesta fue acogida con gran interés en todas las sedes de la UCSF, contando con una participación de más de 700 estudiantes.
Desde la sede Rosario, la Lic. Bianca Tesio remarcó cómo en estos espacios que favorecen el diálogo los alumnos perciben el acompañamiento. “Surgen interrogantes y la toma de conciencia de que la mayoría está atravesando el mismo proceso de adaptación”.
En este sentido, Sofía Barrea Velázquez, alumna de 1º de Psicología, manifestó cómo le ayudó a expresar lo que sentía, y reconocer que “a muchos nos faltaba conocer sobre métodos de estudio, sufríamos ansiedad frente a los exámenes y la canalizábamos de manera parecida”.
Por todo esto, crece la convicción del valor que tienen estos espacios, y la necesidad de afianzarlos, porque “el estudiante siente el apoyo cuando está desorientado, frustrado o hasta enojado; siente confianza cuando necesita un consejo y siente ‘humanidad’ en los momentos en que más la necesita”, remarcó el CPN Marcio Quarin, consejero para los alumnos de la Facultad de Ciencias Económicas en Reconquista.
Es el caso de Gerónimo Ovejero, del 1er año de la Lic. en Diseño de Video Juegos y Tecnologías Creativas, quien confesó: “Yo pensaba que el hecho de que expliquen todo de forma clara era parte de cualquier universidad, pero cuando pregunté a conocidos me dijeron que comúnmente uno aprende eso solo y preguntando. Así que después de todo: me siento privilegiado”.
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Nota publicada en El Litoral